Los humanos son los demonios de la tierra
No lo digo yo, lo dijo Arthur Schoppenhauer. Schoppenhauer, filósofo y profesor universitario alemán fallecido en 1860, así que un hombre de otro tiempo. Sí, creo que su afirmación es cierta. Antes y ahora: destrucción del medio ambiente; experimentación con animales; cría cruel de animales; explotación; opresión; discriminación; racismo; violencia; violencia sexual; terror; hambre; guerras. Todos los términos - el orden no sugiere su importancia- significan destrucción: Destrucción de la naturaleza, destrucción del planeta, destrucción de la raza humana, todo ello provocado por el hombre. Por el presunto bien de la propia vida.
No recuerdo una época de mi vida sin guerras o conflictos bélicos. Probablemente no haya ninguna. La lista de guerras de acuerdo a lo que he investigado es demasiado larga para enumerarla en detalle, mas sin pensarlo me vienen algunas a la mente: Vietnam, Oriente Medio, los Balcanes. ¿Será destruir un reflejo del ser humano como lo es respirar? ¿Será esa la respuesta a la pregunta del por qué el humano no aprende de guerras pasadas? Las estadísticas (Statista) debían ser más que suficiente:
9,44 millones de soldados muertos en la Primera Guerra Mundial
Más de 70 millones de víctimas en la Segunda Guerra Mundial, 14.250.000 de ellas civiles
58.000 soldados muertos en la guerra de Vietnam 1961-1975
Algunos gastos de EE.UU. en la guerra de Afganistán: más de 19 mil millones de dólares en 2002; más de 20 mil millones en 2007; más de 40 mil millones en 2017; más de 34 mil millones en 2021 etc.
Gasto de EE.UU. en la guerra de Vietnam: 686 mil millones de USD (ajustados a la inflación).
¿Para qué?
Cuántos hambrientos de este mundo se hubiesen podido alimentar en cambio? Cuántos desgraciados niños hubiesen tenido infancia?
Mientras contemplábamos incrédulos las guerras actuales y la violencia cotidiana en otras partes del mundo -Afganistán, Siria, Irak, Oriente Próximo, Somalia, Congo, Sudán/Sudán del Sur, Mali (la lista es interminable)-, Putin nos sorprendió el 24 de febrero de 2022 al continuar la guerra contra Ucrania iniciada en la primavera de 2014 e invadir el país. Con el argumento de que la existencia de Rusia estaba amenazada, violó el derecho internacional. Delante de nuestras narices. En la supuestamente civilizada Europa. Decenas de miles de personas ya han muerto o resultado heridas en ambos lados, millones de personas han huido, poblados enteros en Ucrania yacen en ruinas y los daños materiales en todo el país son inmensos.
¿Por qué?
Y mientras me preguntaba esto, el jefe de Estado no electo de Cuba, Díaz-Canel, se ponía del lugar equivocado de la historia: en cada votación en la ONU, Cuba ha reafirmado su posición sobre el lado oscuro de Putin, también con su abstención. Cuba no votó a favor del fin de la guerra, Cuba no votó a favor de las reparaciones rusas a Ucrania, Cuba no condenó la anexión ilegal de territorios ucranianos por parte de Rusia. Y el gobierno cubano utiliza su gran arma, la desinformación, y hace creer a sus fieles y despistados ciudadanos que se trata de una guerra justa.
Rusia puede contar con la lealtad de Cuba. Cuba ha vendido su alma a Rusia. Tras décadas de dependencia económica y deudas de 2300 millones de dólares.
Hace unas semanas, uno de los primeros "viajes de amistad" del no electo Díaz-Canel fue a Rusia. Mientras las bombas rusas destruían pueblos en Ucrania y los ucranianos morían a causa de las bombas rusas, él se mostraba orgulloso con uno de los grandes demonios de la tierra.
Nos queda esperar que Cuba no vuelva a convertirse en un escenario similar al que llevó al mundo al borde de la guerra nuclear en 1963. Creo que entonces el director del espectáculo, Putin, contaría con la aprobación del diablo Díaz-Canel para la macabra puesta en escena.
Nat Neumann, diciembre del 2022
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