La canción del final del mundo
Este nido de pájaros vacío, que descubrí paseando el otro día, me recordó el hermoso país donde nací -quizá- dentro de unos años. Porque algunos piensan que Cuba está a punto de desaparecer. Por supuesto, espero no llegue a eso. Pero observando los últimos datos demográficos y económicos conocidos, y las perspectivas que el gobierno socialista ofrece al pueblo de Cuba, se podría creer, a medio plazo, que Cuba no existirá como país. Desde que tengo memoria, los cubanos han vivido en condiciones económicas precarias, pero uno vivía. O sobrevivía. Pero la vida de los cubanos se ha deteriorado tanto en los últimos años que se ha perdido toda esperanza de seguir adelante. Y no, no se trata sólo del embargo estadounidense, como aseguran los defensores del sistema cubano. Es la incompetencia de un gobierno que establece prioridades equivocadas en condiciones cada vez más desastrosas. Pero ya he hablado de ello en otras entradas.
En fin, hace unos días una revista digital publicó un artículo del reconocido economista cubano-americano Carmelo Mesa-Lago titulado "El impacto social de la crisis económica en Cuba", que efectivamente hace temer lo peor. El Sr. Mesa-Lago analiza las consecuencias de la actual crisis económica en Cuba - la peor desde el llamado Periodo Especial, - basándose en las estadísticas oficiales del gobierno cubano. Lo que significó Periodo Especial en los años 1990-2000, lo explico en el capítulo "Madre" de mi libro "Un pedacito de cielo".
Mesa- Lago señala, en primer lugar, que en Cuba la población activa disminuyó un 9% entre 2011 y 2020, mientras que el número de personas con trabajo se redujo un 8% en el mismo periodo. En segundo lugar, que Cuba es el país más envejecido de América, y será el segundo del mundo en 2050.
Los principales indicadores de salud se han deteriorado desde 2007: la mortalidad infantil y materna aumentó, la mortalidad infantil, por ejemplo, de 5,3 por mil nacidos vivos en 2007 a 7,6 en 2022, la mortalidad materna de 31,1 por mil nacidos en 2007 a 176,6 en 2021.
El negocio de Cuba con la exportación de médicos tiene como consecuencia que haya escasez de médicos en Cuba. Esto se nota especialmente en el número de médicos de familia. Así que: extranjeros en el extranjero sanos, cubanos en Cuba enfermos.
La infraestructura sanitaria se encuentra ahora en un estado lamentable. Los pacientes hospitalizados, por ejemplo, tienen que llevar comida y ropa de cama para ingresar en el hospital. Hace años, las medicinas eran gratuitas en Cuba, pero hoy los pacientes tienen que conseguir por sí mismos los medicamentos necesarios, la mayoría en el mercado negro. Esto es resultado de que la producción de medicamentos en Cuba está parada.
Se estima que la esperanza de vida ha descendido entre 2012 y 2021, de 80 a 73,9 años para las mujeres y de 76,5 a 68,9 años para los hombres y para ambos sexos de 78,6 a 71,2 años. Significa que los cubanos vivieron en el año 2021 siete años menos que en 2012.
También fue dado a conocer en estos días, que al menos ocho recién nacidos murieron, al menos la mitad de ellos por sepsis, en los primeros 16 días de este año en el Hospital de Ginecología y Obstetricia de La Habana "Hermanas de Galicia". ¿Desencadenantes de la sepsis?: bacterias, virus, hongos o parásitos.
Se acumulan las imágenes de ancianos tumbados -en el mejor de los casos- en una cama, más muertos que vivos , apáticos, como esperando la muerte. La asistencia a las personas de la tercera edad parece haber desaparecido.
Si además tenemos en cuenta la crisis migratoria cubana de los últimos años -alrededor del 3% de la población cubana, ya en declive, ha abandonado el país para 2022/2023- y las interminables colas ante las oficinas que expiden los documentos de viaje, hay que suponer que la mayoría de los cubanos quiere o va a abandonar el país. Las imágenes me sugieren el título de "sálvese quien pueda".
Cuba, ¿un barco que se hunde?
Rubén Blades se toma el fin a la ligera en su "Canción del final del mundo":
Que no les domine el miedo, no se pongan a gritar;
Control y nada de nervios, y cuidado con llorar.
Para bien o para mal lo mandamos a buscar,
Y ahora nos llegó la cuenta y tenemos que pagar.
Nat Neumann, enero de 2023
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